Berenjenas rellenas contra el càncer

Hoy 22 de agosto se celebrará en la Plaza des Pins de Ciutadella una nueva edición del Concurso de Berenjenas que organiza la Junta Local de la AECC en Ciutadella, dando continuidad al concurso creado por el Semanario El Iris en la primera década del siglo XXI, cuando se recuperó, junto con Cope Menorca, la celebración del día de San Cristóbal, yendo a cenar a la orilla del mar de berenjenas llenas y cocas. Después de unos años de no celebrarse, la Asociación Contra el Cáncer de Ciutadella tomó el relevo, y por ahora este es uno de los principales eventos gastronómicos del verano en Ciutadella, pero hoy lo que debemos hacer es ir a participar y de paso conocer algo más de este producto local que es la berenjena.

Uno de los productos estrella de nuestra gastronomía de verano es la berenjena, que fue llevada a nuestras islas, posiblemente, por los árabes y que se cultiva con aquellos productos que en Menorca denominamos la estivada, que viene de estío, de verano .

En Menorca existen berenjenas negras, moradas, rayadas y blancas, estas últimas muy apreciadas y que desde hace unos años se ha vuelto a recuperar mediante el cultivo ecológico y las podemos encontrar en los meses de julio y agosto en los mercados.

Se cree que la berenjena blanca es la más antigua, la original, la que llevaron a los árabes a la Península ya nuestras Islas era ésta. Es una berenjena redonda, grande y de color totalmente blanco. Tiene un gusto mucho más dulce que las moradas y menos amargo, pero aunque mejor valorada organolépticamente, se dejó de cultivar, ya que el cáliz tiene unas espinas grandes y puntiagudas que dificulta su manejo en el campo, en el mercado y en la cocina.

En la cocina, la berenjena es utilizada en los lugares de habla catalana desde la época medieval, y de ella se hacen desde mermeladas, conservas y también se confian o son uno de los ingredientes del calabazate. Forma parte del marraneo, del tumbito y de los escabeches, se hacen también tortillas o se comen fritas o bien enlucidas y aliñadas con un chorro de miel -que nos recuerda nuestro pasado árabe-, de la misma manera que las podemos hacer a la parrilla, pero quizás la forma que más nos gustan a los menorquines son rellenas y al horno.

En Menorca también tenemos un plato antiguo de berenjenas, las berenjenas de pobre, que son las berenjenas cortadas en lonchas, que pondremos sobre una palangana y las bien sacudiremos de pan rallado, ajo y perejil, pimienta a bordo y regaremos de aceite de aceituna y hornearemos.

También se hacen las berenjenas rellenas de carne, mitad ternera y cerdo, y también unas berenjenas marineras, rellenas de rape y gambas, que las podremos encontrar en los restaurantes, más incluso que las elaboradas a la manera tradicional.

Personalmente, cuanto más me gustan las berenjenas rellenas, hechas al horno y cuando han reposado, cuando están tibias o frías comerlas en un bocadillo o bien entre dos rebanadas de pan de payés, que es como se comían antiguamente.