Conservación de las frutas: ¿Nevera o fuera?

Conservación de las frutas: ¿Nevera o fuera?

Eva Remolina/AMIC - La conservación de las frutas es un aspecto clave para mantener su frescura, sabor y propiedades nutricionales. Aunque muchas personas piensan que todas las frutas deben ponerse en la nevera, no siempre es así. Dependiendo de la fruta, su temperatura ideal de conservación puede variar. A continuación, detallaremos qué frutas es mejor guardar en la nevera y cuáles deben quedar fuera de ella para una mejor conservación.

Frutas que deben conservarse en la nevera:


Algunas frutas maduran rápidamente o se estropean a temperatura ambiente. Éstas es mejor conservarlas en frío para alargar su vida útil.

Frutas rojas (fresas, frambuesas, arándanos): Estas frutas son delicadas y se deterioran con facilidad. El frigorífico las mantendrá frescas durante unos días más.

Uva: Mantenido en la nevera, la uva puede conservarse fresca y crujiente hasta una semana.

Cerezas: Al igual que las frutas rojas, son perecederas y se benefician del frío para mantenerse en buen estado.

Sandía y melón (una vez cortados): Cuando se cortan, estas frutas deben guardarse en la nevera para evitar que pierdan frescura y cualidades nutritivas.

Melocotones y ciruelas (maduros): Si ya están maduros, deben conservarse en la nevera para evitar que sigan madurando demasiado rápido.

Manzanas y peras (si se quiere alargar la conservación): Si se desea guardar durante mucho tiempo, es recomendable conservarlas en la nevera. Sin embargo, también pueden permanecer a temperatura ambiente durante unos días.

Frutas que deben conservarse fuera de la nevera:


Algunas frutas necesitan estar a temperatura ambiente para madurar correctamente y desarrollar todo su sabor. Ponerlas en la nevera demasiado temprano puede alterar su textura o detener su maduración.

Plátanos: La nevera puede hacer que la piel de los plátanos se vuelva oscura. Conviene dejarlos fuera hasta que estén maduros y, si se quieren conservar más tiempo, se pueden poner en la nevera una vez maduros, aunque la piel se oscurecerá.

Frutas tropicales (mangos, piñas, papayas): Estas frutas deben conservarse a temperatura ambiente hasta que maduren. Después, si no se consumen de inmediato, se pueden guardar en la nevera.

Melocotones, nectarinas y ciruelas (no maduros): Conviene dejarlos fuera hasta que estén maduros. El frigorífico puede detener la maduración y hacerles perder sabor y dulzura.

Aguacates: Los aguacates deben madurar a temperatura ambiente. Una vez maduros, si no se consumen, se pueden poner en la nevera para retrasar su descomposición.

Tomates: A pesar de ser considerados habitualmente una verdura, los tomates son frutas. Deberían mantenerse fuera de la nevera para conservar su sabor y textura. En la nevera, pierden su suculencia.

Cítricos (naranjas, limones, limones): Los cítricos pueden conservarse bien fuera de la nevera durante unas semanas. Si se desea conservar durante más tiempo, se pueden poner en la nevera.

Consejos adicionales:


Evitar el contacto entre frutas y verduras: Algunas frutas, como las manzanas y los plátanos, emiten etileno, un gas que acelera la maduración de otras frutas y verduras. Es importante mantenerlas separadas para evitar que otros productos se estropeen rápidamente.

No lavar las frutas hasta que se consuman: El lavado puede aumentar la humedad y, por tanto, el riesgo de moho. Mejor lavarlas justo antes de consumirlas.

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