Eva Remolina/AMIC- El Natto es un alimento fermentado originario de Japón, concretamente hecho a base de soja. La fermentación se produce con la ayuda de una bacteria llamada Bacillus subtilis natto, que convierte las proteínas de la soja en aminoácidos y otros compuestos beneficiosos durante el proceso.
La preparación del Natto es un proceso artesanal que implica la cocción de la soja y la fermentación con la mencionada bacteria. El resultado final es un alimento con un sabor fuerte y una textura viscosa. Tradicionalmente, se sirve con arroz, sopa de miso u otros platos japoneses.
El Natto es rico en nutrientes esenciales que ofrecen una serie de beneficios para la salud cardiovascular. Algunas de las propiedades nutricionales destacadas incluyen:
Vitamina K2: El Natto es una fuente excepcionalmente buena de vitamina K2, crucial para el metabolismo del calcio y que ayuda a prevenir la calcificación arterial.
Fibra: Es una fuente significativa de fibra, que contribuye a mantener los niveles de colesterol en sangre equilibrados y mejora la salud del sistema cardiovascular.
Proteínas: Aporta proteínas de calidad, valiosas para el mantenimiento de la masa muscular y la salud general.
Enzimas beneficiosas: La fermentación del Natto produce enzimas beneficiosas que mejoran la digestión y la absorción de nutrientes.
A pesar de su sabor peculiar y la textura viscosa, el Natto puede ser incorporado a la dieta de diversas maneras. Se puede comer con arroz, añadirlo a ensaladas o incluso utilizarlo como ingrediente en platos cocinados. Algunas personas prefieren mezclar con salsas o condimentos para mejorar su sabor según sus preferencias personales.
En conclusión, el Natto es más que una simple delicadeza japonesa; es un superalimento que aporta propiedades nutricionales únicas y beneficios demostrados, por lo que puede ser un producto interesante a añadir a la dieta para aquellos que buscan mantener un corazón saludable de forma natural.