El sector de la pesca, ¿en peligro de extinción?

El sector de la pesca, ¿en peligro de extinción?

Miriam Triay/Ciutadella - El pasado miércoles, 11 de diciembre, tuvo lugar el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la UE, con el objetivo de debatir y decidir los Totales Admisibles de Capturas (TAC), y cuotas de pesca para los años 2025 y 2026 (para algunas especies) en el océano Atlántico; ya se llevaba la propuesta, hecha por parte de la Comisión de Europa, de reducir un 79% los días anuales de pesca de cara a 2025 en el Mediterráneo occidental, pasando de 130 a 27. Una que escandalizó a los pescadores españoles, que se manifestaron los pasados ??días 9 y 10 de diciembre; pero una que finalmente se ha aprobado en este Consejo.

Hace tiempo ya que en este semanario vamos actualizando las diferentes medidas que desde la Comisión Europea se imponen en la pesca del Mediterráneo. en favor de la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Y los pescadores menorquines se han ido adaptando y asumido los esfuerzos que cada uno de estos cambios pudiera suponer. Por el bien general. En 2019 las barcas de arrastre de las Islas Baleares trabajaban 240 días de pesca anuales, frente a los 130 días que han tenido este año.

Después de cuatro años en los que la situación es ésta, este año, y como bien nos explica Xavi Marquès, Patrón Mayor de la cofradía de pescadores, se ha vuelto insostenible. “Desde que empezaron a aplicar medidas desde Europa, nosotros las hemos cumplido. Nos reducían días, y nos adaptábamos. en ningún momento hemos visto un informe que nos muestre cómo está la situación de nuestro mar en la actualidad y las medidas siguen creciendo y restringiéndonos”.

En este sentido, el ministro español Luis Planas, ya explicaba, antes de ir, que asistía con la determinación de rebatir la propuesta de la Comisión sobre el mar Mediterráneo. Según se ha comentado desde el ministerio: “El ministro entiende que, de llevarse a cabo esta iniciativa, se pondría en series dificultades la viabilidad de la flota mediterránea, que ya ha realizado importantes esfuerzos de adaptación en los últimos años”. Una iniciativa que, como decimos, finalmente se ha aprobado, con posibles concesiones –como cada año– si los pescadores adoptan una serie de medidas. que se apliquen, o la cantidad de éstas que se instalen, las concesiones de días pueden aumentar. mts 6 semanas continuas entre mayo y septiembre.

Medidas que otros años también han estado sobre la mesa, y que permitían a los pescadores poder aumentar sus días de trabajo, de 130 -que eran los establecidos este año-, a 150, por ejemplo. de recordar que los pescadores partirán de 27 días. Por tanto, podrán aumentar hasta un máximo de 130 días, si adoptan las medidas más restrictivas. Marquès expresa que: "Con una aplicación razonable de estas medidas quedaremos con unos 90 días -cuatro meses y medio de trabajo-, y si aplicamos las medidas más restrictivas de las mallas, podremos llegar a 130 -seis meses y medio-".

Ahora, los pescadores deben escoger qué opciones tienen y valorarlas. De momento, aún deben reunirse con la Secretaría General de Pesca para expresarles sus intenciones. que finalmente sucederá. “No sé qué ocurrirá. Y hacer 130 con las medidas que quieren que apliquemos, no lo tengo nada claro... El pescado tiene unas medidas concretas, y si nos ponen mallas demasiado grandes, no podremos pescarlo”. poner en común las diferentes opiniones que tienen los pescadores del Mediterráneo. Y para decidir qué quieren hacer, finalmente, ante la decisión de la Comisión Europea

Se trata de una medida que, aunque se haya conseguido paliar, de alguna forma, por lo que nos expresa el Patrón Mayor, ya ha hecho daño al sector pesquero, que cada vez se ve más reducido. sector ya está herido. Hace tiempo que está ahí y nos hemos ido adaptando como hemos podido. nada a que los jóvenes quieran atreverse a entrar a hacer esta profesión”.

De hecho, desde la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, se calculaba la desaparición de 556 barcos, y de la destrucción de 17.000 puestos de trabajo. Ahora que la medida se ha aprobado, y por mucho que se hayan dado estas concesiones , el miedo es que mucha gente no pueda encararlo y tenga que retirarse y amarrar sus barcos.

“No sólo se está haciendo daño a un sector primario, sino que también afecta a pescaderías, mayoristas, proveedores de material, supermercados... y acaba haciendo mucho daño a una gastronomía y a una cultura propias. Si sólo podemos trabajar cinco meses, estos se concentrarán en verano, y el perjudicado será el menorquín. Nuestro pescado acabará siendo un producto de lujo, que sólo podrá comer el turista que venga de vacaciones, y lo pague bien de precio. Porque si no, evidentemente, la empresa no es rentable. Y siempre lo pagan los mismos”.