Itziar Lecea - Isabella, Ivette, Francesca, Rosario... y Enricana. Todos ellos, negocios iniciados por el menorquín Xavi Coll, con vistas privilegiadas a la orilla del mar y una exquisita selección gastronómica que complementa la experiencia de los anocheceres bajo la puesta de sol. Este verano, nos acercamos en Enricana, el segundo local ubicado en Cala Morell, y que regenta su socia, Júlia Bonavila.
DANDO UNA NUEVA VIDA A LOS TROGLODITAS
Enricana, a diferencia de Ivette, es una cocina de fusión, que combina la gastronomía japonesa con toques mediterráneos. “Las recetas son básicamente japonesas, pero en platos como los uramakis, que son los rollitos de arroz con algas, procuramos poner producto de aquí, aparte de tener alguna tapa y producto totalmente mediterráneo. Así, si hay un grupo de personas dentro del que no gusta el japonés a todas, tienen una alternativa para comer igualmente a Enricana. De esta forma no lo limitamos sólo al público que le gusta el japonés. En la carta, por ejemplo, tenemos un entrecot.”
La idea de abrir un nuevo mercado de comensales con gastronomía japonesa está ahora un poco más extendido. Pero, hace tres años, cuando Xavi y Julia abrieron Enricana, no era tan común. “Intentamos ofrecer un tipo de cocina que era difícil de encontrar en ese momento. Además, el entorno de Cala Morell, con las vistas a la bahía, y en verano, con el calor, encontramos que ofrecer algo fresco y ligero para comer era lo más indicado. Queríamos destacarnos del resto de cocina que se puede encontrar en los restaurantes que se encuentran en la costa menorquina, por lo que no tenemos calderetas ni langostas.”
EL GUSTO POR LO MENORQUÍN
Sin embargo, ocupan los primeros puestos de demanda los uramakis, especialmente los que han bautizado con el nombre del restaurante. “El Enricana Roll y el Enricana Hot, que está tempurizado. También gusta mucho el California Salmon especial, los edamames salteados con aceite de trufa o los langostinos tempurizados. Y de postre, está gustando mucho el suflé de limón, que termina con una nota fresca y hace que la cena sea más ligera.”
Aparte de la carta de comida, en Enricana tienen una extensa variedad de cócteles, que hacen ellos mismos. “Tenemos algunos que son elaborados con sake, que es el licor de arroz típico de Japón. Aunque también he añadido bebidas más conocidas, como los mojitos hechos con fruta natural. Y hemos revisitado el Negroni, que es un aperitivo italiano que hacemos con gin de Menorca.
Normalmente, son bebidas que se toman antes de cenar o para acompañar la comida”, cuenta Julia.
EL PÚBLICO DE ENRICANA
En cuanto a las sensaciones de esta cuarta temporada, Julia dice que “nuestro éxito es ver que la gente vuelve no por las vistas, que son espectaculares, sino que vuelve por la comida. Estamos consiguiendo que el cliente que vuelva aprecie más la comida que el lugar, que impresiona a primera vista.”