Horno del Rancho: La resistencia del horno de leña

Horno del Rancho: La resistencia del horno de leña

Miriam Triay/Ciutadella - Más de ocho décadas hace que el Forn del Ranxo sirve al pueblo ciudadano y menorquín. Empezando por la voluntad constante de Josep Capó Riudavets, el fundador. Ha continuado con la innovación y adaptación, sin dejar de lado la esencia, de Tònia Moll Capó y Jesús Portella, los actuales propietarios. Limpia del fundador, e hija de la segunda generación al frente, de Juana Mari Capó, Tònia nos relata las memorias de un horno histórico.

¿Cuando nace el horno que ha atendido a varias generaciones de ciutadellencs y ciutadellenques?

Nace cuando mi abuelo, Josep Capó, quiso dedicarse a ese negocio. Pero eran otros tiempos, y en aquellos momentos Ciutadella ya tenía la cantidad máxima de hornos permitida. Así que empezó, en este mundo, haciendo pan para los soldados de intendencia. Hasta que, en 1942, consiguió el permiso, y ya pudo, junto con mi abuela, Tònia Monjo Genestar, fabricar y vender los productos típicos del municipio.

Cuando decidieron retirarse, el negocio pasó en manos de mi madre, Juana Maria Capó. Quiero decir que yo prácticamente me he criado entre estas paredes y viendo hacer funcionar el horno. Así que, cuando mi madre quiso retirarse, hace unos diez años, no me lo pensé. Y junto con Jesús, nos hicimos cargo del negocio familiar.

Y en todos estos años que el horno ha estado abierto, sobre todo en los diez últimos que están a la cabeza, ¿qué evolución se puede observar?

En ningún caso se ha perdido el producto de siempre, el que ya había antes. En realidad, no hubiéramos querido evolucionar, en el sentido de mantener la esencia del producto típico, del de aquí. Sin embargo, son factores y cambios que escapan a nuestra voluntad. Nos referimos a la evolución del mismo producto de aquí, como el queso, que ahora es distinto. O la demanda del público, que busca más variedad de la que se ofrecía antes, haciendo ampliar nuestra oferta. Entre otros.

¿Podría poner ejemplos de esa ampliación?

Horno del Rancho: La resistencia del horno de leña

Pues, por ejemplo, en el caso de las cocas típicas de aquí, antes siempre había, de saladas: la de tomate, la de sofrito y la de pimientos; y de dulces: la de albaricoque y la de sobrasada. Ahora también está la coca con escalibada, la de piñones y crema, o la de calabacín, puerros, jamón dulce y queso. Esto también lo vemos en las empanadas, ahora hacemos de sepia con guisantes o de pollo al curry; y en los panecillos, antes eran de sobrasada, ahora también hacemos de chocolate, de salchichas, de jamón y queso...

Hemos ido ampliando la comida y producto típico nuestro, de la tierra, a la demanda actual. Sin embargo, y en todo momento, manteniendo lo de siempre.

Por lo que sabemos, tienen en funcionamiento uno de los últimos hornos de leña de Menorca.

Horno del Rancho: La resistencia del horno de leña

Sí, todavía lo mantenemos. Y por lo que nos han dicho a nosotros, es de los pocos en pie y funcionamiento.

Al final se trata de hornos que tienen muchos años, y que han funcionado mucho. Hoy en día, las averías que puedan tener, detienen su funcionamiento durante una temporada. Y muchas veces no vale la pena, no es factible.

¿Y a vosotros que ha hecho que valiera la pena? Es decir, ¿cuál diría que es la esencia del horno de leña?

La comida queda muy distinta. Mucho más natural. Es más difícil dominar que un horno eléctrico, y debes cogerle el punto, pero una vez lo tienes, ya está. Y vale la pena aprender a utilizarlo porque, ya digo, el sabor del producto cocinado es distinto. Queda como antaño.

Por último, ¿tiene algún proyecto futuro que desee llevar a cabo?

Horno del Rancho: La resistencia del horno de leña

En principio no, por varios motivos. Mantendremos el horno como está. Siempre hemos tenido muchas ideas, como abrir despachos en otros puntos de la ciudad o de la isla, pero la verdad, es que así como estamos, funcionamos bien. Siempre hemos intentado mantener lo que mejor nos sale.

De lo que era cuando lo tenían el abuelo y la abuela, a lo que es ahora, el horno ha cambiado en lo más necesario. Pero siempre ha mantenido su esencia. Nosotros ya ofrecemos una variedad de producto mucho mayor. Y hemos ido innovando y probando. Ahora la idea es mantenernos en esa línea de estabilidad.

Ha sido un gran orgullo poder tener la oportunidad de seguir con el horno que con esfuerzo abrieron mis abuelos, y mantener la calidad de mis antepasados. La verdad es que aunque ha sido un trabajo muy sacrificado, lo hemos disfrutado y seguimos disfrutándolo.

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