Itziar Lecea/Ciutadella – Mariola Fiol Julián lleva 24 años trabajando para ofrecer, de cada vez más, un producto diferenciado en un establecimiento tan emblemático como Ca na Riera, junto a la Plaza del Mercado de Ciutadella. A punto de cumplir la tienda los 100 años, este año Mariola se ha propuesto hacernos el almuerzo.
Por menos de cinco euros podemos comer de Ca Na Riera, ahora. ¿Cómo ha surgido la iniciativa?
Hace ya un tiempo que hemos ido evolucionando bastante, hemos añadido cosas más elaboradas por nosotros mismos y añadiendo productos. En cuanto a la comida elaborada, empecé con las pizzas, que fueron las primeras que hice, hace diez años. ¡Empecé haciendo unas 25 pizzas semanales y ahora hago unas 100! El boca a boca de la gente ha funcionado muy bien, y con la comida preparada me está pasando lo mismo. No ha sido un camino fácil, porque montar una cocina ha supuesto un proceso de unos dos años para obtener todos los permisos.
Pero ahora estamos en marcha y la verdad es que estamos muy contentos con la respuesta de la gente. Además, era una idea que teníamos en la cabeza con mi marido, y que ahora he podido hacer realidad. Son horas de estar frente a los fogones, porque a las 6 y media de la mañana ya estamos en la cocina que he montado en la tienda, pero por ahora estoy muy contenta, ya que también me permite atender a quien viene a comprar y ayudar a mis dependientas.
Así, ¿podemos encontrar de todo todos los días?
Intentamos que cada día haya algo de todo, aunque voy introduciendo recetas nuevas. Este invierno hemos introduciodo platos mas calientes y contundentes, y a partir de la primavera volver con los platos que han fundinado de maravilla este verano.
De alguna necesidad debió surgir el hecho de ponerte a cocinar
Nos encontramos que con la competencia de los súpers, no podíamos competir por precio para poder vender lo que teníamos, siendo una tienda tan pequeña. Así que nos decidimos por diferenciarnos con cosas que no tienen en los súpers, con productos de mayor calidad, producto más gourmet, y para redondear, y dar más opciones que los súpers, pensé que podría ofrecer una línea de comida elaborada por mi, que no tenga nadie más.
Y la experiencia en la cocina, ¿de donde viene?
Yo tuve un bar, durante cinco años, y allí ya aprendí. Y, además, tengo la mano de mi madre, Juana Riera, que siempre ha cocinado muy bien.
¿De dónde salen las ideas de los platos que preparas?
Como comentaba, he aprovechado recetas de mi madre, que es muy buena cocinera. Especialmente la ensaladilla, que ha sido uno de los platos estrella del verano. Sin embargo, cada semana voy elaborando, y tenemos platos que tienen una semana de caducidad y otros que tienen dos. Hacemos también una tortilla diaria, que sale mucho. Y un pastel de queso que es buenísimo, y que hago con cuatro tipos de queso. Esto con respecto a comida de diario. También lo hacemos para llevar en piezas enteras, para quien lo demanda.
Tortilla, ensaladilla, pizzas… ¿qué es lo que más está gustando desde que empezó?
Las croquetas también salen muy bien, y las hago yo: tenemos de jamón ibérico, queso, setas, rape y gambas. También hacemos un surtido de lasañas y canelones que también han gustado mucho y que son ideales para esta estación del año. Hay lasaña con boloñesa y espinacas; y las albóndigas también gustan mucho. El secreto es que lo hago como se cocinaba antes, con paciencia y ganas. Es el secreto que he podido aprender de mi madre y su tía Nina, que era quien tenía antes la tienda.
¿La comida preparada es un reflejo de lo que podemos encontrar en Ca Na Riera?
Sí, ciertamente. Todo lo que estoy utilizando para las elaboraciones es producto de Menorca y lo más fresco y de mayor calidad posible, que es lo que vendemos. Y lo que no tengo de aquí, puedo encontrarlo muy cerca, como la carne, que es de mi cuñado Fel Caules, que tiene la carnicería aquí al lado.
¿Qué tipo de público tiene la comida preparada?
Tenemos algo de todo. Tenemos personas mayores que viven en el centro de Ciutadella que han optado por nuestros platos porque cocinar para una persona sola no les compensa. Pero también tengo gente de fuera y muchas personas que se van de excursión, que eligen los platos que no vienen envasados, sino que van envases de plástico reciclado, y que son muy cómodos para llevar a su playa o durante el otoño e invierno al campo. Hay un plato por cada momento.