Si algo bueno nos mostró la pandemia, es la capacidad que tenemos de reinventarnos en tiempos complicados. Y los negocios de ocio, especialmente el nocturno, fueron de los que más tuvieron que inventarse para surfear las olas de virus que no les dejaban volver a su normalidad. Dentro de este sector, la sala de conciertos del puerto por excelencia, el Jazzbah, fue uno de esos negocios que tuvieron que echar mano del ingenio para sobrevivir.
Así fue como nació La Bodega del Jazzbah, junto a la sala de conciertos. Y, aunque el tiempo es relativo y parece que hace más que ofrece una carta innovadora y fresca, abrió, en realidad, el año 2021.
DOS SOCIOS CON MUY BUEN PALADAR
“Tanto mi socio, Francesc, como yo, somos amantes de la comida. Y nos encontramos con que con la pandemia tenemos el negocio de la sala de concierto cerrado durante tres años. Así que, aprovechando que el local de al lado quedó vacío, nos reinventamos y creamos el concepto de la Bodega del Jazzbah. Inicialmente, la idea era tenerlo abierto todo el año, pero es un local muy pequeño con una terraza muy grande, por lo que ahora lo tenemos más como un negocio de temporada de verano”, comenta Juli, que se reparte el tiempo y las energías entre La Bodega y el Casino 17 de Enero.
¿QUÉ TIENE DE DIFERENTE LA BODEGA DEL JAZZBAH?
El horario también los diferencia del resto de locales. Aunque todos abren durante la noche, La Bodega del Jazzbah acota su horario hacia la franja de tarde, por lo que abre la cocina de 20h de la tarde hasta medianoche, alargando, por el inicio, la propuesta ligada también a la sala de conciertos, que suele llenarse durante las últimas horas de la noche y la madrugada. También es por este motivo que La Bodega del Jazzbah abre todos los días, excepto el martes, hasta el día 25 de julio, cuando dará servicio los siete días de la semana. “Es un negocio puramente de temporada, por lo que abrimos a principios de junio y cerramos a finales de octubre”, comenta Rabal.
LA CALIDAD COMO MARCA DE LA CASA
Esta calidad es, de hecho, lo que destaca como marca de la propuesta gastronómica de La Bodega del Jazzbah. Además de la diferenciación con recetas y combinaciones inesperadas. “Tenemos platos muy diferentes, desde un tuétano al horno con un tártaro de gambas por encima, la ostra temporizada que es un plato estrella, bacalao con tempura de tinta de calamar que también está muy bueno. ensalada de sardina ahumada...”
Así, la estrella es el producto, que cuidan y seleccionan con calma y ojo. Aunque los hay que les llega muy de cerca. “Tenemos un campesino que nos sirve directamente, y de allí sacamos mucha verdura y también mucha fruta.”
La parte dulce es también un aliciente para los comensales que llegan hasta bajamar, algunos estirados por el famoso pastel de queso, “lo mejor de Ciutadella”, asegura Rabal.
En cuanto a la bodega, propiamente dicha, Rabal comenta que “tenemos, una carta de vinos extensa, también salimos un poco de la tónica general. La carta nos la ha hecho un sumiller de Barcelona llamado Mauri Rafa, con vinos locales, mallorquines, nacionales e internacionales, pero que no son las referencias clásicas. Puedes encontrar un Ribera del Duero, un Verdejo, pero no son las bodegas clásicas. Vamos hacia otro tipo de referencias porque nos gusta ser originales. Si te gusta comer y te gusta el vino, es bueno encontrar lugares donde sean capaces de sorprenderte. Así también damos oportunidades a bodegas más alternativas.”