La Bodega del Jazzbah, la propuesta gastronómica alternativa de las vísperas del puerto de Ciutadella

La Bodega del Jazzbah, la propuesta gastronómica alternativa de las vísperas del puerto de Ciutadella

Si algo bueno nos mostró la pandemia, es la capacidad que tenemos de reinventarnos en tiempos complicados. Y los negocios de ocio, especialmente el nocturno, fueron de los que más tuvieron que inventarse para surfear las olas de virus que no les dejaban volver a su normalidad. Dentro de este sector, la sala de conciertos del puerto por excelencia, el Jazzbah, fue uno de esos negocios que tuvieron que echar mano del ingenio para sobrevivir.

Así fue como nació La Bodega del Jazzbah, junto a la sala de conciertos. Y, aunque el tiempo es relativo y parece que hace más que ofrece una carta innovadora y fresca, abrió, en realidad, el año 2021.

DOS SOCIOS CON MUY BUEN PALADAR


Juli Rabal y Francesc Martín son los dos socios que tuvieron que dar un inesperado giro de timón en el año 2020, mirando otras opciones para continuar con su empresa en tiempo de pandemia. Y tiraron hacia uno de los placeres que más les satisfacen: la comida.

“Tanto mi socio, Francesc, como yo, somos amantes de la comida. Y nos encontramos con que con la pandemia tenemos el negocio de la sala de concierto cerrado durante tres años. Así que, aprovechando que el local de al lado quedó vacío, nos reinventamos y creamos el concepto de la Bodega del Jazzbah. Inicialmente, la idea era tenerlo abierto todo el año, pero es un local muy pequeño con una terraza muy grande, por lo que ahora lo tenemos más como un negocio de temporada de verano”, comenta Juli, que se reparte el tiempo y las energías entre La Bodega y el Casino 17 de Enero.

¿QUÉ TIENE DE DIFERENTE LA BODEGA DEL JAZZBAH?


Hay una constante que, en el escaso tiempo de vida de La Bodega, no ha cambiado. Y es el afán de ambos socios de ofrecer una comida diferente. “Diferente respecto a lo que se puede encontrar, generalmente, en el puerto de Ciutadella: no hacemos arroces, no hacemos gambas a la plancha, no hacemos mejillones, y damos una propuesta mucho más moderna que basamos siempre en el producto de calidad. Tenemos proveedores que hemos ido descubriendo visitando ferias gastronómicas en la península. Y les damos el toque personal de nuestro cocinero, Tomeu Carbonell Català”, comenta Rabal, quien conoce bien la propuesta de producto más del mar que impera en el puerto de Ciutadella.

El horario también los diferencia del resto de locales. Aunque todos abren durante la noche, La Bodega del Jazzbah acota su horario hacia la franja de tarde, por lo que abre la cocina de 20h de la tarde hasta medianoche, alargando, por el inicio, la propuesta ligada también a la sala de conciertos, que suele llenarse durante las últimas horas de la noche y la madrugada. También es por este motivo que La Bodega del Jazzbah abre todos los días, excepto el martes, hasta el día 25 de julio, cuando dará servicio los siete días de la semana. “Es un negocio puramente de temporada, por lo que abrimos a principios de junio y cerramos a finales de octubre”, comenta Rabal.

LA CALIDAD COMO MARCA DE LA CASA


Si hacemos elegir un producto marca de la casa, Juli no se moja en ningún sentido. "Tenemos tanto propuesta de carne como de pescado, el requisito es que sean de mucha calidad", comenta Rabal. “Así, trabajamos mucho el atún rojo, las ostras, la sardina ahumada, la carne de Menorca. Tenemos, por ejemplo, un tataki de ternera menorquina que va con unas verduras con teriyaki. Y cuando encontramos una pieza de carne que nos interesa en el mercado, la compramos y hacemos una sugerencia del día”, añade.

Esta calidad es, de hecho, lo que destaca como marca de la propuesta gastronómica de La Bodega del Jazzbah. Además de la diferenciación con recetas y combinaciones inesperadas. “Tenemos platos muy diferentes, desde un tuétano al horno con un tártaro de gambas por encima, la ostra temporizada que es un plato estrella, bacalao con tempura de tinta de calamar que también está muy bueno. ensalada de sardina ahumada...”

Así, la estrella es el producto, que cuidan y seleccionan con calma y ojo. Aunque los hay que les llega muy de cerca. “Tenemos un campesino que nos sirve directamente, y de allí sacamos mucha verdura y también mucha fruta.”

La parte dulce es también un aliciente para los comensales que llegan hasta bajamar, algunos estirados por el famoso pastel de queso, “lo mejor de Ciutadella”, asegura Rabal.

En cuanto a la bodega, propiamente dicha, Rabal comenta que “tenemos, una carta de vinos extensa, también salimos un poco de la tónica general. La carta nos la ha hecho un sumiller de Barcelona llamado Mauri Rafa, con vinos locales, mallorquines, nacionales e internacionales, pero que no son las referencias clásicas. Puedes encontrar un Ribera del Duero, un Verdejo, pero no son las bodegas clásicas. Vamos hacia otro tipo de referencias porque nos gusta ser originales. Si te gusta comer y te gusta el vino, es bueno encontrar lugares donde sean capaces de sorprenderte. Así también damos oportunidades a bodegas más alternativas.”

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