La finca de Morell, que gestiona Jean Michel Cayla, ha apostado por recuperar la producción de la almendra en Menorca, y que ésta sea ecológica.
Menorca tuvo en su momento a sus almendrales, que poco a poco se fueron abandonando por el cambio de modelo que dio prioridad a la ganadería y a los forrajes ante productos de la huerta o los propios almendros y olivares.
Los almendros quedaron casi de forma simbólica en las fincas y en los huertos, con producción de almendras para el consumo propio, y se dio entrada a las que nos llegan desde Mallorca, desde Turquía u otros lugares lejanos.
En Mallorca, la siembra de almendrales fue la alternativa al viñedo, después de que ésta prácticamente desapareciese por la filoxera y se produce una de las mejores almendras del país, algo que según Cayla se puede también hacer en Menorca.