Anna Moll - El verano es la época ideal para disfrutar de una gran variedad de frutas de temporada, frutas sabrosas y con muchos nutrientes esenciales para nuestro organismo. Además de ser deliciosas y refrescantes, las frutas son una excelente opción para mantener una alimentación saludable durante los meses más calurosos del año.
Aportación de gran cantidad de agua: las frutas son una buena opción de hidratación, gracias a su alto contenido en agua, por tanto, son un alimento a tener en cuenta a la hora de combatir las altas temperaturas y prevenir la deshidratación.
Son ricas en vitaminas y minerales.
Favorecen la digestión: su elevado contenido en fibra ayuda a regular el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento.
Son antioxidantes: ayudan a combatir a los radicales libres, previniendo el envejecimiento y algunas enfermedades crónicas.
Ayudan a mantener un peso saludable.
Fruta fresca: la mejor opción siempre será disfrutar de la fruta fresca, entera.
Ensaladas: añadir las frutas a las ensaladas dará un toque fresco y mucho gusto.
Postre: podemos consumir la fruta entera o introducirla en algunas preparaciones como, por ejemplo, pasteles caseros sin azúcares refinados.
Conservas: se pueden preparar conservas, compotas o confituras, sin azúcares refinados, que después podremos utilizar para otras preparaciones.
Intenta elegir frutas de temporada: en verano encontramos muchas frutas de temporada como la sandía, melón, albaricoque, nectarina, fresas, cerezas, melocotón, ciruelas, higos…
Trata de comprar en mercados locales: suelen ser de mayor calidad y de proximidad.
Conserva las frutas en la nevera: la mayoría de las frutas se conservan mejor en la nevera.
Pues intenta escoger aquellas frutas que más te gusten e intenta tener siempre alguna opción a mano (tener siempre fruta a casa o llevarte alguna pieza al salir). También puedes intentar sustituir tus snacks por fruta y experimentar distintas formas de comerla. Así, poco a poco, podrás aumentar tu consumo.