Los ágapes de Fin de Año a Reyes en Menorca

Per Bep Al·lès

Los ágapes de Fin de Año a Reyes en Menorca

NOCHEVIEJA O NOCHE DE FIN DE AÑO
La última noche del año solía celebrarse en familia y el plato principal eran los calamares al horno a la menorquina, pescados con anzuelo, a lo largo del mes de diciembre y que se reservaban (desde que hay neveras y congeladores) los ejemplares más grandes para realizar este plato de fiesta.

Hay quien los cocina en el horno sobre un lecho de patatas o de boniatos, o bien de patatas o incluso hay quien hace a un lado una hilera de rodajas de boniato y al otro una hilera de patatas . En la parte de Levante se suelen hornear con salsa de almendras o con la salsa de su picadillo.

Hay quien los rellena con sus sacarines y de algún calamar más pequeño, pasado una o dos veces por la máquina de picar carne. También hay quien los rellena con los sacarines y carne picada de cerdo y ternera, junto con un sofrito poco graso y con mucha cebolla. Hay casas que siguen la elaboración a la manera mallorquina donde se añade a la farsa de pasas y piñones. Este plato no suele faltar en la cena o en el almuerzo de Fin de Año.


Ahora la cena de Fin de Año cada vez se celebra menos a la manera tradicional y son los que cada vez más optan por salir a un restaurante, o bien encontrarse en grupos de amigos en una casa y contratar la cena. De hecho, existe una buena oferta de menús para llevar para la Nochevieja.

DÍA PRIMERO DE ENERO O DÍA DE FIN DE AÑO

Los ágapes de Fin de Año a Reyes en Menorca

Es una de las principales fiestas del calendario cristiano en nuestra isla. Los platos principales eran, según las casas, los calamares rellenos a la menorquina (si no se había cenado de ellos), cocinados al horno con patatas o boniato o con salsas de almendras o de picadillo, como hemos dicho antes. También eran típicos de estos días los canelones, que se hacían preparando un asado de pollo o capón.

Los ágapes de Fin de Año a Reyes en Menorca

En cuanto a la repostería, se comía lo que quedaba de los restos de las fiestas de Navidad y Fin de Año: turrones, amargos, rollos de pastarral, mazapán, confitura, cuscussó, fruta confitada y otras golosinas. En los años 60 y 70 se puso de moda finalizar las comidas consumiendo una piña tropical, costumbre que todavía muchos conservan.

DÍA 6 DE ENERO, DÍA DE LOS REYES DE ORIENTE

Los ágapes de Fin de Año a Reyes en Menorca

Del día de los Reyes, lo que nos ha quedado en el apartado gastronómico son las cocas de los reyes o cocas de peladillas, que según mandaba la tradición se dejaban en la noche del día 5, para que los reyes cenaran.

Las cocas de peladillas están elaboradas con pasta de ensaimada o de coca bamba, y tienen forma de media naranja. Suelen estar coronadas con cinco peladillas de colores y es típico comerlas para desayunar acompañadas de chocolate a la taza.
Otra golosina que tenemos este día, aunque más propia de los pequeños de la casa, es el carbón dulce, hecho con la misma fórmula y elaboración de los azucarillos de San Juan, pero con colorante color negro.

Turrón blando de la reina

Los ágapes de Fin de Año a Reyes en Menorca

En Menorca ha habido tradición turronera desde hace siglos, y uno de los turrones que podríamos llamar propio es el conocido como turrón de la reina.

Este dulce, ahora navideño, fue elaborado en honor a la Reina Isabel II en su visita a Menorca en el mes de septiembre del año 1860. Se trata de un turrón de mazapán fino, aromatizado con piel de limón y recubierto de barquillo.

Se dice que en su visita a Mahón, la Reina Isabel fue obsequiada en su visita a la fortaleza de la Mola, que debía llevar su nombre con un gran refrigerio, donde no faltaron numerosas golosinas entre las que, según la crónica del momento había cientos de sorbetes de fresa, mantecados, frutas, ponches, horchatas, almíbares, pastas, dulces, vinos de varias clases... que fueron elaborados por la “Confiteria Oriente”, a cargo de su pastelero y propietario, Joan Baptista Visa.

Pero también es cierto que la Reina Isabel pasó su primer día de estancia en Menorca en Ciutadella, donde se desvió el barco que la llevaba desde Palma a causa de un temporal y se alojó en el Palacio de los Condes de Torre Saura, donde pasó su primera noche, y allí también se estableció un Salón del Trono.

Ciutadella tenía fama de elaborar buenos turrones, especialmente los turrones duros de almendra que se exportaban a Cuba y América, y no sería de extrañar que la reina probara los turrones de Can Quelutxu, los de la Pastelería Bagur, que había ganado varias medallas de oro a nivel nacional e internacional con sus turrones, entre ellos este turrón blando, hecho de pastarral o mazapán recubierto de oblea, y que no suele faltar tampoco en las mesas de la isla con motivo de las fiestas de Navidad.

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