Ayer, un grupo de amigos que nos gusta la buena comida, nos reunimos en la casa del cocinero y presidente de Fra Roger, Miquel Mariano, que nos obsequió con una cata de platos de cocina menorquina donde destacaba uno de los más preciados de la cocina señorial y de la cocina de los cazadores, los panecillos rellenos de becada, que cocina de manera tradicional y con maestría, Miquel Mariano. Todo un tesoro de nuestra cocina de raíces y un privilegio para los sentidos y la memoria gastronómica de Menorca.
Plato de cocina ancestral, que ha llenado comedores de casas señoriales y también de humildes casas de cazadores furtivos, cocina de raíces que nos adentra en la cocina que no debe perderse, aquella cocina que de manera magistral ha cocinado Miquel Mariano en Can ‘Aguedet y ahora por sus amigos glotones.
Una becada por panecillo y un panecillo por comensal.
Hay quien despluma las becadas y hay quien las despelleja.
Partimos las becadas, las sofreímos; seguidamente las ponemos a cocer con una cabeza de ajos, sal y chorritos de vino o caldo, a poco fuego. La becada es de carne dura y tarde bastante en cocer.
Cortamos los panecillos en dos mitades, ponemos la parte de abajo en remojo con leche, los sacamos y los ponemos en una palangrana de horno.
Preparamos la becada, quitando los huesecillos y la ponemos sus carnes sobre el panecillo.
En la parte superior del panecillo echamos un chorro de leche, tapamos y ponemos mantequilla por encima, pintamos de huevo batido y bridamos. Lo ponemos al horno media hora a unos 180 grados.