Sebastià Triay invierte un millón de euros en una nueva industria cárnica y quesera en Ciutadella

Biniatzem Productes de la Tierra elabora queso y mantequilla en barra en respuesta a una vieja demanda de la industria hotelera menorquina

Sebastià Triay invierte un millón de euros en una nueva industria cárnica y quesera en Ciutadella

C.M / Ciutadella – El empresario ciudadano Sebastià Triay Fayas ha invertido 1 millón de euros en la puesta en marcha de Biniatzem Productes de la Terra, una industria alimentaria dedicada a la maduración de queso ya la elaboración y comercialización de carnes y embutidos. Las instalaciones, de 1.000 metros cuadrados de superficie, ocupan unas naves de la calle Industrials, en el polígono de Ciutadella, que el hotelero menorquín compró hace tres años. El negocio, que cuenta con siete trabajadores, empezó a funcionar el pasado 1 de mayo.

Entre las principales novedades, la elaboración de dos productos muy demandados desde hace años por la industria hotelera, como son el queso y la mantequilla en barra, que Triay empezó a introducir con éxito el pasado verano en sus establecimientos. Junto con los productos derivados de la leche, la industria se dedica a la elaboración y comercialización de todo tipo de carne -ternera, vaca (para maduración), cordero, cerdo, pollo y conejo- y embutidos -botifarró, morcilla, butifarra de sangre (morcilla), chistorra, carne y chuleta y chorizo ??criollo-.

¿De dónde surgió la idea?
Desde el principio, nuestra intención era elaborar queso y carne de todo tipo, principalmente a partir de nuestras fincas y de terceros, para nuestros hoteles. Lo único que hemos hecho es comprar el queso en nuestras fincas y campesinos de tres lugares más y madurarlo. En cambio, en La Payesa compramos la leche y elaboramos el queso. Además, hacemos toda la gama de pasteurizado, un queso que se puede consumir en 21 días y que es idóneo para la gente con problemas de colesterol. La novedad es el queso y la mantequilla en barra, especial para la hostelería. En nuestros hoteles hemos eliminado las tarrinas de mantequilla en porciones para dejar de generar residuos de plásticos y papel de aluminio.

¿Qué resultado han dado esa medida?
Hemos logrado poner en los bufetes las barras enteras de mantequilla y los clientes se han acostumbrado muy bien. Nuestro cocinero del Hotel Sagitario no estaba muy convencido, así que decidí hacer una prueba y eliminar las porciones. Los clientes, el primer día las buscaban, pero pronto se fijaron en el cartel donde indicábamos que se trataba de mantequilla artesana elaborada por nosotros. Los clientes solían coger dos o tres porciones cada vez y al final tenías que echar tres medias. A partir del segundo día, el cliente empezó a acostumbrarse. Dije al cocinero que volviera a sacar las tarrinas de toda la vida. Pero los clientes querían la mantequilla en barra. Por todas partes se oía: “Where's the butter?”

¿Cómo se explica que existiendo esta demanda desde hace tanto tiempo haya tardado tanto tiempo en cubrirse?
No se lo sé decir. Lo único que puedo deciros es que nosotros hemos sido unos de los pioneros en Menorca. Las barras de mantequilla suelen hacer un kilo ochocientos y las de queso dos ochocientos.

¿Cuáles son los clientes de sus barras de queso semi y de mantequilla?
Como mayoristas, estamos enfocados a la hostelería, los restaurantes y las tiendas de comestibles.

¿Cómo son las instalaciones?
Por un lado, tenemos tres cámaras de maduración para el queso, de unos 40 metros cuadrados cada una, que están a una temperatura de unos 12 grados y una humedad de 80 grados. En cuanto a la carne, tenemos un cuarto grande para las canales, también de unos 40 metros cuadrados, otro cuarto de 25 metros cuadrados para el desengaño, uno de 10 metros cuadrados para volatería -piojos y conejos- y una más refrigerada para la maduración de embutidos. Hacemos almohadilla, morcilla, morcilla, chistorra, carne y chupa y chorizo ??criollo. Además, tenemos una máquina de hamburguesas, que las hace como churros. Las hacemos de todo tipo.

¿Qué cantidades de carne comercializa?
Cada semana comercializamos dos ovejas y una vaca, que sacrificamos en el matadero municipal, y entre cuatro y seis cerdos, según la demanda. También comercializamos doscientos pollos. Los pollos no son nuestros, porque es imposible competir con las granjas. Todas las granjas de Barcelona tienen su propio matadero y su propia fábrica de pienso. Pero nuestros pollos son de muy buena calidad. Los conejos también son de fuera. Todo lo demás de aquí.

¿Y de queso?
Este año comercializaremos unas 100 toneladas, semi y curado.

¿Cuáles son sus previsiones de crecimiento?
Prevemos crecer, sobre todo, con la carne, de forma muy fuerte. Esperamos facturar este año sobre 1 millón de euros, pero las posibilidades de expansión del negocio son muy potentes.