Ya somos región mundial de gastronomía

Ya somos región mundial de gastronomía

Francesc Murgadas / AMIC - Por todo el año 2025. Estaba decidido y proclamado desde el 2023, pero ahora llega el momento de la verdad. El momento de demostrar, a los que decían que la fiebre gastronómica de algunos catalanes que deberíamos homenajear era flor de un día, efímera como la espuma de un suave dejado con la gaseosa, que aquellas “excentricidades” tenían fundamento y que sólo había que encontrar a alguien que las hiciera realidad.

El programa de actividades es largo y amplio. Abarca cada mes del año y casi todas las regiones de nuestro país catalán. Sin renunciar a que las que todavía no tienen nada programado, suban a este tren que quiere mostrar al mundo que tenemos una cocina excepcional, unos productos extraordinarios y una voluntad que todo sobreviva en el tiempo. Por eso, la elección de la región destacó en su momento la calidad de los ingredientes tradicionales, la profesionalidad de agricultores, ganaderos y cocineros, y el compromiso con la pervivencia y sostenibilidad de nuestra gastronomía. Sin que esto implicara abandonar las posibilidades de futuro y la participación de la tecnología. Que, en el fondo de toda esa “movida”, lo que reside es la voluntad de mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Cambiando lo que el tiempo demuestre caducado o peligroso. Adaptando lo que se demuestre que es mejorable, y no sólo en lo estético. Por sí mismo o en asociación con otras realidades, haciendo posible ese mestizaje que hace años tanto nos motivaba. Un mestizaje que queríamos generoso, concediendo a las aportaciones el lugar que merecen e integrándolas en nuestra realidad gastronómica sin menospreciarlas.

Probablemente, la aplicación intensiva de estos principios pueda llevarnos a una peligrosa mundialización donde cueste más mantener la identidad, pero me parece que vale la pena intentarlo. Sin bajar la guardia sobre la calidad ni apoyar "porque sí" las novedades. Ya hemos aprendido bastante sobre nuestras realidades. Ya debemos ser capaces de distinguir lo que puede ser un avance o mejora de lo que sólo se pone en práctica "por obligación". Para decir que no estamos quietos. La evolución, en el fondo, siempre ha sido una combinación de lo que necesita cambiar y lo que reclama mantenerse como siempre.